Monday, April 21, 2008
Nazi de Famosa
Los nanzis han sido vilipendiados injustamente: la suya fue una guerra defensiva. Después de años de compartir con nosotras alegrías y tristezas, de dejarse peinar, vestir, desnudar e incluso desmembrar, de habernos enseñado con su ejemplo y su tesón a ser chicas de un tiempo que venía y que no era el suyo pero sería el nuestro; después de todo eso, los relegamos al humillante baúl en el que fueron vejados diariamente por violentos geypermen y desequilibrados payasos de guiñol. Aun desde ahí pudieron deducir de lo que oían lo que esperaba al mundo si alguien no paraba los inmundos manejos de esas sub-muñecas anoréxicas: las barbies. El resto -50 millones de muñecos muertos incluidos- es historia.
Wednesday, April 02, 2008
Relevo generacional
Después del nombramiento de SSS han venido los de los del primer nivel de su equipo en el Congreso. El diario “Público” retrata, en tono neutro, a José Luis Ayllón. Deja que el ataque lo haga nuestra razón a través de una sencilla deducción lógica: este empollón es el autor de los argumentarios del PP y de las frasecitas de Mariano, ergo...
A pesar de esos errores de juventud, me solidarizo con él y con Soraya (dicen que llamarla así implica machismo), y con Soraya, decía: me los imagino fajándose con Pizarro o con Zaplana, probablemente futuros portavoces ambos en alguna comisión.
-Mariano, a ver si hablas con Manuel Pizarro. Me dice que sí a todo, mientras me mira con ojos asesinos, y luego hace lo que le da la gana.
Poco después.
- Hombre, Manuel, colabora con la niña. Estamos dando una imagen inadecuada. Ya sabes cómo es esto.
Algo más tarde.
- Joder, me ha venido otra vez Mariano con el rollo de Soraya. ¡Pero, quién se cree que es la niñata esta! “Papá, papá, Pizarro me ha hecho burla. ¡Imbécil!”.
- Manuel, qué me vas a contar a mí. Pero, yo soy un diputado raso y estoy aquí relajándome; aunque, entre tú y yo, tengo que hacer grandes esfuerzos para no echarme a reír cada vez que se me acerca cargada de carpetas.
A pesar de esos errores de juventud, me solidarizo con él y con Soraya (dicen que llamarla así implica machismo), y con Soraya, decía: me los imagino fajándose con Pizarro o con Zaplana, probablemente futuros portavoces ambos en alguna comisión.
-Mariano, a ver si hablas con Manuel Pizarro. Me dice que sí a todo, mientras me mira con ojos asesinos, y luego hace lo que le da la gana.
Poco después.
- Hombre, Manuel, colabora con la niña. Estamos dando una imagen inadecuada. Ya sabes cómo es esto.
Algo más tarde.
- Joder, me ha venido otra vez Mariano con el rollo de Soraya. ¡Pero, quién se cree que es la niñata esta! “Papá, papá, Pizarro me ha hecho burla. ¡Imbécil!”.
- Manuel, qué me vas a contar a mí. Pero, yo soy un diputado raso y estoy aquí relajándome; aunque, entre tú y yo, tengo que hacer grandes esfuerzos para no echarme a reír cada vez que se me acerca cargada de carpetas.
Tuesday, April 01, 2008
Sobre el Sistema Judicial
Siempre he pensado que pompa y rito suelen usarse para tapar el vacío. No, no vuelvo a hablar de vampiros. Ahora toca justicia.
Un juez es alguien que acaba la carrera de Derecho -una de las más duras que hay, como es bien sabido- y aprueba una oposición de dificultad media o baja, dependiendo de las necesidades. El aprobado inviste a su señoría de autoridad y sólo le obliga a escribir “otrosí” en vez de “también”. Bajo su mando se coloca a lo peor del funcionariado: a los criadores de carpetas, de montañas de ellas. Seres fríos que las ven acumularse, impasibles, mientras construyen grandes estructuras con “moscosos”.
Estos, junto con un procedimiento que no ha variado apenas desde que lo crearon los romanos y unos medios del XIX, adecuados a la mentalidad de sus usuarios, son los elementos principales del sistema. El resultado de su funcionamiento -claro- es casi siempre injusto: o por lento, o por las conclusiones del antiguo opositor y sus efectos. Apostaría; pero sólo lo verás si lo sufres o si se evidenciara porque la incompetencia desembocara en apoteosis: un muerto. No importa: a veces se puede recurrir.
Un juez es alguien que acaba la carrera de Derecho -una de las más duras que hay, como es bien sabido- y aprueba una oposición de dificultad media o baja, dependiendo de las necesidades. El aprobado inviste a su señoría de autoridad y sólo le obliga a escribir “otrosí” en vez de “también”. Bajo su mando se coloca a lo peor del funcionariado: a los criadores de carpetas, de montañas de ellas. Seres fríos que las ven acumularse, impasibles, mientras construyen grandes estructuras con “moscosos”.
Estos, junto con un procedimiento que no ha variado apenas desde que lo crearon los romanos y unos medios del XIX, adecuados a la mentalidad de sus usuarios, son los elementos principales del sistema. El resultado de su funcionamiento -claro- es casi siempre injusto: o por lento, o por las conclusiones del antiguo opositor y sus efectos. Apostaría; pero sólo lo verás si lo sufres o si se evidenciara porque la incompetencia desembocara en apoteosis: un muerto. No importa: a veces se puede recurrir.
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