Me contaba el otro día, entre la quinta y la sexta, un nueva teoría suya sobre el funcionamiento de la trascendencia y el sistema de gratificaciones que subyace. Según él, nuestra vida actual es una más de una cadena, y su calidad está ligada a nuestro comportamiento en la anterior. La naturaleza del premio depende de nuestra preferencia, de cómo nos gustaría vivir, pero el grado en que nos lo concedan dependerá del expediente que presentemos al final, analizado con los criterios morales deseables. La estadística muestra gráficos abruptamente quebrados, arriba -el Tourmalet-, abajo, arriba…Así que cuando envidies a alguien, cuando creas merecer su suerte pues repruebas su forma de actuar, tan diferente de la tuya, piensa de donde viene y a donde irá, y piensa que tú irás a donde él está. Según Amilcar, por supuesto.
Wednesday, June 18, 2008
El Tourmalet
Me contaba el otro día, entre la quinta y la sexta, un nueva teoría suya sobre el funcionamiento de la trascendencia y el sistema de gratificaciones que subyace. Según él, nuestra vida actual es una más de una cadena, y su calidad está ligada a nuestro comportamiento en la anterior. La naturaleza del premio depende de nuestra preferencia, de cómo nos gustaría vivir, pero el grado en que nos lo concedan dependerá del expediente que presentemos al final, analizado con los criterios morales deseables. La estadística muestra gráficos abruptamente quebrados, arriba -el Tourmalet-, abajo, arriba…Así que cuando envidies a alguien, cuando creas merecer su suerte pues repruebas su forma de actuar, tan diferente de la tuya, piensa de donde viene y a donde irá, y piensa que tú irás a donde él está. Según Amilcar, por supuesto.
Sunday, June 15, 2008
El psicópata
-Estaba charlando con E, picando tema aquí tema allá, y salió “el psicópata”. Después del repaso teórico, de definirlo a dos voces, hablamos de los nuestros. Los míos no los cito; prefiero que no sepan que han sido descubiertos, pero uno de los de E es digno de mención. La descripción de varios episodios de su relación con ella desenmascaraba a un ejemplar puro. El hecho de que fuera una mujer -las psicópatas son poco abundantes- lo hacía, además, único. Según hablaba, yo imaginaba a alguien parecido a Charlize Theron en algún papel de buena, como el de la película esa del monazo, pero con las emociones humanas más genuinas borradas del alma.
El vía crucis de E fue largo, inexplicable para él, que trataba de razonar cada palabra, cada amago, cada humillación, cada trampa…. Día tras otro se acostaba perplejo y desazonado. Un libro le aclaró finalmente a quien se enfrentaba. No voy a contar sus desventuras -luego se enfada-, sólo os diré que ese libro lo leyó en la cárcel, en la que había acabado por satisfacer un capricho de su amada: verlo tener sexo con árboles, en el Retiro, un domingo al mediodía.
-“Charlize” es un ser cualquiera en una sociedad que facilita cada vez más su camuflaje, pues promueve valores en los que encajan los rasgos de su personalidad y metas a las que es más fácil llegar si se poseen.
-Unas semanas después, tras investigar un poco, conseguí localizarla y quedé con ella. Después de reírnos un rato de E, la conversación adquirió profundidad: qué equivocado está todo el mundo; no se dan cuenta de que nosotros, los psicópatas, no somos sino seres hechos a imagen y semejanza de Dios; de ese Dios sobre el que siempre se preguntan por qué permanece impasible ante el sufrimiento de los inocentes; de ese que juega, que regatea, que es paloma, hombre y zarza; del que toreó a Abraham; del que es padre bondadoso, pero una vez ahogó a casi todos sus hijos…; del todopoderoso.
“No lo verán nuestros ojos” -me dijo cuando ya nos despedíamos-, “pero la verdadera diversión empezará cuando todos lo sean. Entonces empezará el juego”.
Thursday, June 12, 2008
El fin
J trabaja en una empresa que procesa y distribuye productos cárnicos. Nos había descrito a su jefe y dueño del negocio, el Señor D, como un tipo redondo de unos 55 años, de pelo pajizo y grasiento donde lo había, fumador de puros y con unas manos muy pequeñitas. Estaban ambos un día aclarando un fleco, ya de pie, después de una reunión, cuando el Señor D, tras una hábil presa, le plantó a J un apasionado beso, de cinco segundos, en la boca. Desde entonces se han visto tres veces en uno de esos hoteles discretos en los que entras directamente a la habitación desde el garaje. Lo llama “su calabacita”.
No sé, no sé.
Evidentemente, y aunque saberlo es un alivio, lo escrito no merece la pena sólo para decir que esto es “el fin”.
Tuesday, June 10, 2008
Teléfono para hombres

- Buenos días señorita, ¿teléfono del maltratador?
- Sí…, bueno, no. Este es un número para hombres que buscan información sobre cuestiones diversas.
- Entonces nada, porque lo que a mi me pasa es que quiero partirle la cabeza a la zorra de mi compañera.
- Cálmese. Ha llamado al número adecuado. Tranquilícese. La violencia no conduce a nada; nunca es solución.
- Ya, si eso es lo que les digo siempre a mis hijos, pero es que hay veces…
- Respire hondo y cuente hasta 20. […] ¿Está usted mejor? Cierre los ojos. Intente recordar los buenos momentos del viaje común, su lucha por salir adelante. Usted la elegiría por algo. La querría, supongo.
- No, no. Si me la pusieron ahí sin preguntar, y encima me costó una costilla. ¿Y de qué lucha me habla? Si yo vivía como Dios hasta que a la bruja esa se le ocurrió lo de la manzanita. Ahora, desde que nos desahuciaron, ando por ahí perdido, currando como un chino. ¡Es que empezaba a sacudirla y no paraba!
- ¿Sabe lo que le digo? ¡Déle una de mi parte! ¿Desea alguna otra información?
- Pues, si me dice a qué hora empieza el partido de España.
Diario del empresario del año
Bueno, os dejo, que tengo una comida de confraternización con mi equipo, con mi segunda familia. Algún día, cuando le quiten la escayola a mi mujer, os presentaré a los que forman la primera y os contaré como los educo.
Monday, June 09, 2008
Favores
Cuando el asunto es personal, tampoco somos un país de seres orgullosos a la hora de piar; al contrario: con un poco de imaginación encontramos un vericueto, aunque sea remoto, y tiramos de desparpajo.
Antes de decidirse a matar a su marido, que estaba a punto de quitarle la custodia de su hija, una mujer recuerda que en la comunidad de vecinos en la que su padre hacía chapuzas vivían los padres de la Presidenta del Tribunal Constitucional -un puesto que se ha revelado compatible con la estupidez-, y a través de una vecina cotilla consigue que la incauta reina del amparo la conceda unos minutos.
Me decía el otro día un andrajoso que es triste pedir, pero que más lo es robar. “En este país de mendigos impenitentes serás el único al que le parezca triste” -pensé-, “aunque podrías vender la conjunción adversativa”. Pide y roba; o pide que te ayuden a robar. O pide y mata; o pide que te libren de las consecuencias de tus actos. Pero no hagas lo que la Presidenta del Constitucional: no te acuestes con niños.
Sunday, June 08, 2008
En condiciones ideales
Esa ciencia exacta, la astrología, ha aportado a la taxonomía la siguiente lista de los factores que la componen: salud, trabajo, dinero y amor. Numerémoslos para trabajar mejor: 1, salud; 2, trabajo; 3, dinero; 4, amor.
Si ponemos en nuestro cultivo mucho de 1 y poco de 2, 3 y 4, tendríamos un animal irracional. Mucho de 2 y poco de 1, 3 y 4: un esclavo. Mucho de 3 y poco de los otros tres elementos: un moribundo con la familia en guerra. Mucho de 4 y poco de lo demás: un misionero con malaria, o un hipócrita. Pongamos ahora mucho de todo: “no tengo tiempo, pues trabajo mucho y, además, puede que me quieran (que no es querer) por mi dinero”. Si ante estos resultados, pensamos en los términos medios, en los que los mediocres dicen que reside la virtud, nos encontraremos entre ellos: pensando que sacar adelante una frágil familia de clase media lo justifica todo.
No voy a publicar el resultado de todas las combinaciones. No hace falta, porque rápidamente se ve la incompatibilidad entre algunos de los elementos de la perfecta felicidad teórica. La tesis queda sobradamente demostrada. Nuestro cerebro no está preparado para la felicidad -no la sintetiza- sólo para la supervivencia. Por eso hay que tener fe en la muerte.
Tuesday, June 03, 2008
De excursión

Tampoco había sabido negarse, un mes antes, a las proposiciones de Laura, una compañera de trabajo que ni siquiera le gustaba. Recordar esto le hizo sentirse culpable, pero se alivió al pensar que estar allí era una forma de expiar la culpa.
El grupo llamaba la atención: una decena de hombres-niño, todos con babi, atados por las muñecas uno al otro, como orugas en procesión, haciendo extrañas alharacas, y delante él, intentando hacer cantar a aquella recua de cretinos.
Acababan de cruzar un pequeño claro y se internaban en el bosque cuando sintió una mano sobre su hombro. Se giró y los vio, a aquellos pánfilos, no en fila, en tropel; feos. Antes de que pudiera abrir la boca, estaba rodeado, inserto en un círculo que se cerraba sobre él. Le llovieron golpes de todos los colores: patadas, palos, puñetazos, claro,…cabezazos, también…Estaba realmente desconcertado, pero el pánico lo paralizó cuando lo pusieron boca abajo y notó que le arrancaban los pantalones. Pasó dos veces eso sobre lo que no nos quiso dar detalles, tres, si contamos la rama.
A trancas y barrancas pudo llegar al autobús. Allí encontró, tan formalitos, a aquellos sátiros, embarcados y dispuestos a volver con sus mamás. No dijo nada. ¿Qué iba a decir?
Al llegar a casa, aquel eccehomo no escuchó las preguntas que esperaba, tampoco nadie se preocupó por él. Sólo una sonrisa.