
Los responsables de la Solución Final, dedicados en cuerpo y alma a incrementar el rendimiento de los sistemas industriales de eliminación de hebreos, debían liquidar y liquidaron a muchos, pero nunca presumieron de haber llegado a la excelencia.
Lo que deben aprender los suecos -todos debemos aprenderlo- es que, para alcanzar grandes metas, hay que apuntar a metas grandísimas, y no conformarse con mediocridades.
Pere y Heinrich: dos perfeccionistas.