En Madrid tenemos una policía municipal que es para disolverla y dedicar su partida presupuestaria a abrir y cerrar agujeros.Recuerdo al Alcalde cuando creó el cuerpo de Agentes de Movilidad. Decía que así los municipales podrían dedicarse a tareas policiales. La verdad es que liando atascos ambos colectivos son igual de capaces.
Protestan mucho por el sueldo pero se ocupan de que su sirena se oiga de lejos cuando de intervenir en situaciones delicadas se trata, para dar así tiempo al peligro a poner tierra por medio. Y ahora ha quedado claro por qué: hace unos días, cuatro agentes, ¡cuatro!, supongo que sintiéndose seguros, pidieron la documentación a un drogadicto cerca de la Gran Vía. El supuesto despojo humano resultó ser una especie de ninja de las cloacas. Sacó un “cutter”, dejó fuera de combate a la patrulla, y se marchó.
La solución parece clara y los que presumen de grandes gestores deberían verla: rezar para que Dios nos proteja.
