Ahora que llevo 5 meses sin moverme y, por la evolución de mi rodilla, creo que ya correré para siempre en el mismo sentido que el tiempo, me he acordado de Bruce Lee, el único ídolo que tuve en mi infancia. Fue tras ver una película, que no era suya, sino sobre su vida, que me dio por empezar a hacer un poco de ejercicio, costumbre que he intentado mantener durante la pila de años transcurridos.El recuerdo estaba fresco por el chándal de Uma Thurman, algunas camisetas, mi prodigiosa memoria y, claro, por el anuncio del coche en el que el maestro acaba diciendo “be water, my friend”.
Lee es una auténtica leyenda, cuenta con méritos más que suficientes:
-Todos habréis leído esas listas sobre Chuck Norris de las que La Red está llena, pues para empezar, Bruce se cargó a Chuck (no “check”, maldito corrector de Word) que, si bien aún no era Ranger de Texas, contaba con una envidiable juventud.
-Murió joven, con 33, como el que no fue pero anduvo sobre agua.
-Sus películas, vistas ahora, son realmente malas, lo que ayuda para que se incorporen a la iconografía de cualquier Tarantino aficionado.
-Deportista y filósofo, como Valdano.
Así que, si quieres ser una leyenda, my friend, 做对讽刺的反对是象对面孢木柴.
