
Esto es una completa estupidez sin fundamento: durante la campaña rusa, ya de retirada, cuando mi ejército estaba aislado de las líneas de suministro y mis soldados desertaban en manada si no eran antes degollados por las guerrillas cosacas, yo apenas dormía una o dos horas al día.
Años después, querido Santiago, cuando tuve que entregar a la editorial mi tercer libro “Cartas a un joven español”, preparé café, y con su ayuda y unas pastillas que me recetó Ana Pastor, lo escribí de un tirón (así quedó).
All work and no play makes Jack a dull boy. All work and no play makes Jack a dull boy. All work and no play makes Jack a dull boy. All work and no play makes Jack a dull boy. All work and no play makes Jack a dull boy. All work and no play makes Jack a dull boy. All work and no play makes Jack a dull boy.