Tuesday, April 01, 2008

Sobre el Sistema Judicial

Siempre he pensado que pompa y rito suelen usarse para tapar el vacío. No, no vuelvo a hablar de vampiros. Ahora toca justicia.
Un juez es alguien que acaba la carrera de Derecho -una de las más duras que hay, como es bien sabido- y aprueba una oposición de dificultad media o baja, dependiendo de las necesidades. El aprobado inviste a su señoría de autoridad y sólo le obliga a escribir “otrosí” en vez de “también”. Bajo su mando se coloca a lo peor del funcionariado: a los criadores de carpetas, de montañas de ellas. Seres fríos que las ven acumularse, impasibles, mientras construyen grandes estructuras con “moscosos”.
Estos, junto con un procedimiento que no ha variado apenas desde que lo crearon los romanos y unos medios del XIX, adecuados a la mentalidad de sus usuarios, son los elementos principales del sistema. El resultado de su funcionamiento -claro- es casi siempre injusto: o por lento, o por las conclusiones del antiguo opositor y sus efectos. Apostaría; pero sólo lo verás si lo sufres o si se evidenciara porque la incompetencia desembocara en apoteosis: un muerto. No importa: a veces se puede recurrir.