Thursday, August 30, 2007

Otra vez al Ikea

Aproveché que me habían arrastrado hasta el Ikea (otra vez) para comprar unos cuchillos que faltaban en el utillaje de mi cocina. Cogí uno de esos juegos de cuatro con un bloque de madera en el que vienen insertados.
Me acerqué a una empleada que andaba por allí haciendo como si hiciera algo…
-Perdone, señorita, ¿estos matan bien?
No, aunque pensé hacerlo, no lo pregunté. Probablemente la gorda hubiera salido despavorida. Al rato hubieran aparecido varios guardias de seguridad que, porra en mano y asomándose tímidamente tras montañas de platos, no atenderían a mis reproches por la falta de sentido del humor de los empleados.
Al llegar a casa, como no estaba del todo convencido de haber acertado, me senté en el sofá y me corté cuatro dedos de la mano izquierda, uno con cada cuchillo…
-¡Que maravilla!, y que baratos.
No, aunque pensé hacerlo, no lo hice. Pero sólo porque, en el último momento, pensé que sin esos dedos me sería imposible sujetar los tomates.

Wednesday, August 29, 2007

Sobre ruedas

Hoy nos hemos cambiado los coches. Ella se ha llevado el mío para que le cambiaran el aceite, y yo me he quedado el suyo porque al mío le estaban cambiando el aceite.
Hace apenas un año que lo tiene, y aunque fuma, no lo hace ni deja que nadie lo haga dentro.
Acabo de llamarla.
Yo - Tengo una buena noticia y una mala, ¿cuál quieres primero?
Ella - Dime antes la buena.
Yo - El golpe que le he dado a tu coche es sólo un rasguño.
Ella – Ah bueno, ¡qué susto! No pasa nada. Come bien. Muchos besos.
El coche tiene ya dos golpes. El primero también se lo di yo.
¡Que bonito es el amor!

Tuesday, August 28, 2007

Puerta

Se veía venir. Cinco son muchas veces para apagar y encender un cuerpo humano.
Antonio Puerta, el jugador del Sevilla, ha muerto hace un momento.
Pese a que tratamos de esconder y negar todo lo que no nos gusta, a veces incluso la muerte se empeña en salir en televisión y, de repente -como si antes no hubiera muerto nadie-, a todos nos invade una gran conmoción.
Aunque era demasiado joven para estar cansado, que descanse en paz.
Y uno se pone a pensar: si con esa edad -22 años- y a pesar del control médico que tiene un deportista profesional le ha ocurrido esto, cual será el valor de la X para ti que eres bastante mayor, haces burradas varias habitualmente y no has visto un médico desde que te partiste la crisma con el coche. ¿Será alto o, precisamente por lo opuesto de las circunstancias, bajo? La peor de las conclusiones no ha servido siquiera para que mi novia me hiciera un mal mimo. Yo no doy pena, lo de Puerta me ha dado mucha.

Powerball

Me encontré este trasto encima de una mesa en casa de mis padres. Parece ser que lo inventaron para que los astronautas hicieran ejercicio en ausencia de gravedad. Estaba decidido a robarlo, pero al final, y aunque robar a los padres no remuerde tanto como robarle a una vieja, me compré uno nuevo. Desde entonces, todos los días dedico un rato a hacer el gilipollas con la bolita; y encima casi me he enterado de lo que es un giroscopio. El que se aburre es porque quiere.

Monday, August 27, 2007

Personajes

Pasas unos días fuera de tu ambiente y compruebas que el mundo está lleno de personajes.
- Ulises Moja me repetía que era del Opus Dei y, a la vez, integrante de una célula durmiente de Al Qaeda. Yo le decía –“eso es imposible”, y el se empeñaba en detallarme sus planes.
- El chino del gimnasio, de nombre impronunciable, que, supongo con la intención principal de ligar, se presentaba a todo bicho viviente como entrenador personal, atormentando después a los incautos que le hacían caso con largos monólogos sobre posturas, energía y chi.
- Macario Rumí, según sus palabras, el hombre más feliz de la tierra por el hecho de haber heredado una considerable cantidad de dinero y varios inmuebles del que siempre había considerado su peor enemigo. Cada vez que sacaba el fajo para pagar una ronda, miraba al cielo con una sonrisa, mientras con las manos hacía un gesto torero.
Y esto en sólo siete días.

Wednesday, August 08, 2007

Perdiendo el tiempo

En este artículo se dan una serie de datos aportados por una encuesta realizada por salary.com. Parece ser que el 60% de los trabajadores reconoce que pierde el tiempo en el trabajo; aproximadamente el 20% de su jornada.
Viendo las razones que dan, parece que pierden el tiempo trabajando, y no -como dicen- en el trabajo: falta de retos, desmotivación, aburrimiento… Ya sé que es un fastidio eso de tener que comer, pero lo de la hipoteca y los dos niños te lo buscaste solito. Aún así, podrías intentar encontrar otra cosa.
De todas formas, toda estadística suele estar contaminada por la existencia de ciertos individuos en la muestra.