Pasas unos días fuera de tu ambiente y compruebas que el mundo está lleno de personajes.
- Ulises Moja me repetía que era del Opus Dei y, a la vez, integrante de una célula durmiente de Al Qaeda. Yo le decía –“eso es imposible”, y el se empeñaba en detallarme sus planes.
- El chino del gimnasio, de nombre impronunciable, que, supongo con la intención principal de ligar, se presentaba a todo bicho viviente como entrenador personal, atormentando después a los incautos que le hacían caso con largos monólogos sobre posturas, energía y chi.
- Macario Rumí, según sus palabras, el hombre más feliz de la tierra por el hecho de haber heredado una considerable cantidad de dinero y varios inmuebles del que siempre había considerado su peor enemigo. Cada vez que sacaba el fajo para pagar una ronda, miraba al cielo con una sonrisa, mientras con las manos hacía un gesto torero.
Y esto en sólo siete días.
- Ulises Moja me repetía que era del Opus Dei y, a la vez, integrante de una célula durmiente de Al Qaeda. Yo le decía –“eso es imposible”, y el se empeñaba en detallarme sus planes.
- El chino del gimnasio, de nombre impronunciable, que, supongo con la intención principal de ligar, se presentaba a todo bicho viviente como entrenador personal, atormentando después a los incautos que le hacían caso con largos monólogos sobre posturas, energía y chi.
- Macario Rumí, según sus palabras, el hombre más feliz de la tierra por el hecho de haber heredado una considerable cantidad de dinero y varios inmuebles del que siempre había considerado su peor enemigo. Cada vez que sacaba el fajo para pagar una ronda, miraba al cielo con una sonrisa, mientras con las manos hacía un gesto torero.
Y esto en sólo siete días.