Friday, January 09, 2009

Sobre Gaza

La atrocidad de la guerra en Gaza no se puede entender si no se reflexiona sobre lo que supuso la sangre y ceniza del Holocausto.
Parece ésta una sentencia que pide una explicación, una tesis incluso, y, sin embargo, es la conclusión a la que llega Luis Mª Anson después de contar una batallita suya del año 80. A mí me parece que es justo lo contrario: reflexionando sobre el Holocausto, no puede entenderse la desmesura de Israel, salvo, claro está, que su objetivo final coincida con el de los nazis: el exterminio. De todo hay que aprender.
Buscar justificaciones es idiosincrasia humana, las hay para casi todo, y supongo que a muchos les servirán para dormir mejor, pero el sufrimiento propio, el “como a mí me lo hicieron”, es quizá el argumento más vacío de los que pueden escucharse, pues por lo general trata de dar razón a acciones o actitudes que piden una con enjundia; a mí me suena a locura, al "¡Eureka!" de un mal psicólogo que encuentra algo en el pasado de su paciente que le encaja bien en el guión.
Cuando se tienen fuerza e impunidad, cualquier justificación es excusa o paripé, y estoy seguro de que así piensa Israel, que, aunque entre en el juego, ejerce sin pestañear el poder de la arbitrariedad. Podía haber optado por la magnanimidad, qué duda cabe, pero es menos rentable. ¡Ojo!, me parecen peores los de enfrente, que, sabiendo cómo se las gastan los hebreos, no dudan en pincharlos para obtener su justificación -la de de su existencia misma- al coste de unos kilos de vida de paria.