Wednesday, December 05, 2007

Fechas

30 de octubre de 2015. Ernesto Jarrón, mirando al mugriento techo desde su jergón tras otra jornada de 13 horas, pensó que un mes más había conseguido alimentar a sus cinco hijos.
31 de diciembre de 2015. Curarle la mordedura de rata a Juan y la botella de sidra que compró para celebrar la nochebuena: dos cosas que habían hecho estragos en el presupuesto. Año cerrado con diez días sin comer.
15 de enero de 2016. Laura Muelas, viuda de Jarrón, con alivio y destellos de lo que no quería reconocer: satisfacción, pensaba que había cumplido y que otra semana estaba asegurada: todos los días carne, apenas. Cecina. Y sopa.
Cuando se acabe papá, no habrá más remedio que salir de caza, aun a riesgo de ser detenidos y enviados a Mercamadrid -el choped de sentenciado que reparte El Ministerio no alcanza para tres días. Otra cosa era cuando todavía quedaban inmigrantes-.
Luego, por la noche, ya sola, intentó recordar cómo había empezado aquello. En duermevela, se remontó a tiempos gloriosos, antes de aquel nefasto día, aquel 14 de marzo de 2004 en el que Zapatero comenzó a ejecutar su plan.