
Yo llevo casi dos meses con mi homenaje particular: desde que empecé a leer “las Benévolas” lo he hecho mucho y casi exclusivamente -amén de lo audiovisual- sobre el Tercer Reich, sus personajes y el Holocausto, la Shoá, como prefieren los judíos, los que más vidas aportaron. Sigo sin encontrar porqués que me convenzan y la cosa me está ya tocando el ánimo.
Unos no miran y otros olvidan, los que no olvidan buscan venganza. Estos recuerdos oficiales no suelen ayudar a sacarnos de la indiferencia. Siempre existirá una excusa para el verdugo, y su actuación será, a su vez, excusa futura y carta blanca moral para la víctima. Si seguimos por el camino por el que vamos, un día alguien dirá que Hitler actuó con sentido y rigor: sólo intentaba enmendar un error de Dios: el de haber creado la raza humana, la peor de las que hay en el planeta.