Thursday, January 24, 2008
Mal día. Mañana será peor.
¡Qué día! Daba un tranquilo paseo, solo, con mi ser más querido, y me aparece un jabalí enorme que levantaba orgulloso la cabeza disputándome el camino, como si no supiera de la diferencia entre nuestras respectivas razas. El efecto llamada. ¿Cómo es posible que pasen estas cosas? ¿No puede acaso un católico liberal pasear por los campos de su patria bañados por el sol? Y llego a casa y me entero de que en la inauguración de los juegos de Pekín la bandera la va a llevar uno cuyos padres son argentinos y que, además, una vez se fumó un porro. ¿Para eso pagamos el canon? ¡Qué país! ¡¡¡Y qué gobierno!!! Ahora se ponen a ilegalizar ANV y PCTV, como si no pudieran haberlo hecho antes, como si no fuera causa antigua y suficiente lo feas que son todas sus mujeres; son como lesbianas de las de verdad, de esas que parecen tíos y se emparejan con otras que asimismo lo parecen (la alcaldesa de Hernani es de las guapas); ¿pero dónde están las de las películas: esas rubias tontas que andan todo el día en bragas? No me extrañaría que realmente fueran todas lesbianas: sus hombres son como salen en las fotos de la policía. Aunque, ahora que veo a Aznar en la maldita TV -¡qué día!- vuelvo a pensar que hemos nacido para vivir no más de cuarenta y cinco años, luego nos pudrimos, por mucho que nos cuidemos. ¿Y Ana Mato? ¿Qué me decís de Ana Mato? ¿Le gustaría este tipo de mujer -la pija cuarentona- a la batasuna hombruna? Inopinadamente aparece de número tres; ¿se habrá cansado Mariano de Soraya, su Lewinski particular, su segunda cortina de humo? ¡Qué raza! ¡¡¡Y qué Dios!!!, que no es capaz de fulminarnos a todos con uno de esos rayos que echa por los ojos. ¿Os he contado lo del jabalí?