
La película habla de búsqueda, de ruptura y de libertad, de escribir tu propia historia. Un par de alfileres me sujetan todavía. Al leer el argumento o considerando su metraje, uno pudiera decantarse por Mortadelo y Filemón, pero cometería un gran error: mucho del qué está en el cómo. Apuesto a que gustará y llegará hondo a cualquiera que alguna vez se haya planteado la existencia.
Puede que convivir con Madonna sea un precio demasiado alto para tocar la excelencia, pero seguro contribuyó a la mente torturada: obras como esta no salen de una conformista y calculadora.
Además, la banda sonora, parte importante del todo, es de Eddie Vedder, líder de Pearl Jam.