Sunday, November 05, 2006

Armstrong y el Maratón


Después de lo mucho que se había hablado y escrito, hubiera sido más divertido ver a Lance Armstrong correr en serio el Maratón de Nueva York. Su marca ha sido 2h, 59´, 35´´.
Al oírle los días previos, ya sospechaba que su participación iba a ser publicitaria más que deportiva. En las fotos parecía en forma, aunque cargaba bastante más musculatura que la que tenía en sus tiempos sobre ruedas. Con su tamaño, quizá sea ésta su constitución natural y no la de la tercera semana de un Tour.
Al ver la indumentaria con la que se disponía a correr, ya no me quedó duda: parecía que salía a comprar el pan y el periódico.
Su ritmo ha sido muy regular por lo que podemos deducir que su objetivo era estar cerca pero por debajo de las tres horas, que no son un mal tiempo para una persona normal, pero que para el tejano del testículo solitario, que nunca lo ha sido, lo son. Además, ha ido siempre arropado por un grupo de gente que, además de marcarle el paso, lo alimentaba cada vez que lo necesitaba.
Laurent Jalabert, con 37 años y tras tres retirado del ciclismo, tardó 2h, 55´ y 39´´ el año 2005. Éste seguro que corrió solo pero a tope.
Si al final, y como en casi todo, la culpa es del que se crea las expectativas, se hace ilusiones o espera lo mejor. Que el ingenuo optimista aprenda la lección.
-Actualización (declaraciones de Lance después de la carrera)-
“Esto ha sido, sin duda, lo más duro que nunca he hecho”. “Intento recordar mis peores días en el Tour y no doy con ninguno que fuera tan malo como éste”. “Nada de lo que he hecho me ha dejado tan tirado como esto”. “A cinco kilómetros del final no pude más y me paré”.
¿¿¿¿????Ahora no sé qué pensar.