Monday, November 20, 2006

La constante

Dice mi amigo Luis que hay personas que van por el mundo buscando matarse o que las maten. Por supuesto, me incluye en la categoría.
Aunque el resultado sea idéntico, yo distingo claramente entre ambas actitudes y no voy a negar que he pasado por las dos: hubo un tiempo en el que, evidentemente pues he dicho “hubo”, era más joven, durante el que debí haberme matado un par o dos de veces. La psicóloga oficial, madre por obligación, achacaba mi exagerado número y variado tipo de accidentes a una tendencia inconsciente a la autodestrucción. Pasó el tiempo y noté como empezaba a darme miedo físico hacer ciertas cosas que antes eran parte de la rutina, sin embargo, ahora me encuentro, también sin darme cuenta, en conflictos que provoco y que si no llegan a más debe ser por esa otra cualidad que algunos me atribuyen: la de ser perdonado antes siquiera de que exista consciencia de la necesidad de hacerlo.
Lo malo de todo este razonamiento es que, observando la constante y sabiendo el resultado -que es también constante y que compartiremos todos-, según aumentamos la edad sólo nos queda una cuestión: ¿seguirá mandando el inconsciente?