Thursday, May 24, 2007

Desastres de la cirugía estética

Hay momentos en la vida en los que el paso adelante hay que darlo rápidamente, como hizo Pedro J. después de que todos nos asomáramos por el agujerito. Uno no debe pedir que la tierra lo trague y esconderse. Si esperas, la gente –como un perro el miedo- huele la vergüenza y contribuirá con su comportamiento cristiano a que te sientas peor.
El Milan ganó al Liverpool 2-1. Su dueño, Silvio Berlusconi, lucía feliz como un cadáver recién maquillado.
Imagino el día en que se miró al espejo, sabiendo ya que la cicatrización posterior a sus operaciones había terminado y lo que veía es lo que sería. Pudo ser que demandara o matara a los responsables. Pudo también ser –y dado su ego supongo que fue-, que se viera estupendo, que le gustaran incluso esos pelos de muñeca y el aspecto cerúleo de su piel, y que fuera por eso que se lanzó a perseguir a toda jovencita que se le puso a tiro.
Sin embargo, siendo objetivos, tenemos que decir que Don Silvio ha pasado a formar parte del exclusivo club de víctimas de la cirugía estética, del que, que recuerde en este momento, lo son también Esther Cañadas, Michael Jackson, la mayoría de las actrices porno de los 80, Ana Obregón, Victoria Beckham, Melanie Griffith, Donatella Versace, Burt Reynolds y el Fari.