Thursday, May 29, 2008

En el interior

Cuando dicen que la belleza está en el interior, supongo que se refieren al puré sanguinolento y baboso que somos allí. Creo esto porque nadie puede considerar bello aquello, sea lo que sea, que inspira e impulsa el comportamiento humano. Hablo, por supuesto, en general, aunque a la excepción no la conozco.
No hubiera estado mal que fueran incompatibles las dos bellezas que se infieren del dicho: tendríamos una forma de distinguir a los malos de los buenos antes de la puñalada, aunque al ser estos últimos los feos, más cuanto mejores, seguramente los aislaríamos en guetos de bondad para que se pudrieran allí, ayudándose (o comiéndose) los unos a los otros. O el uno al otro, si llegaran a dos.