Situémonos. Francia. Primeros días de julio del cuarenta y cuatro. Por un error administrativo, una de las divisiones que avanzaba hacia el sur después de haber tomado Cherburgo se encontró con un refuerzo de diecisiete cocineros que no había solicitado. No estaba el conducto para reclamaciones ni las carreteras para desplazamientos, así que se les suministró equipo y sin más entrenamiento que tres consejos fueron enviados a primera línea como tropa de infantería. Dieciséis murieron al día siguiente; el otro sobrevivió, entró en París y allí se quedó treinta y un años y medio. Con el tiempo conoció a una chica, española como él, se casaron y tuvieron una hija que es la madre de una destacada dirigente socialista.
Thursday, September 03, 2009
Cosas que nos unen
Situémonos. Francia. Primeros días de julio del cuarenta y cuatro. Por un error administrativo, una de las divisiones que avanzaba hacia el sur después de haber tomado Cherburgo se encontró con un refuerzo de diecisiete cocineros que no había solicitado. No estaba el conducto para reclamaciones ni las carreteras para desplazamientos, así que se les suministró equipo y sin más entrenamiento que tres consejos fueron enviados a primera línea como tropa de infantería. Dieciséis murieron al día siguiente; el otro sobrevivió, entró en París y allí se quedó treinta y un años y medio. Con el tiempo conoció a una chica, española como él, se casaron y tuvieron una hija que es la madre de una destacada dirigente socialista.