
Este término tiene varias acepciones: (cosa) de mala calidad; (cosa) falsa; (col.) de mal aspecto; (pers. o parte de su cuerpo) enferma o en mal estado; (pers.) deprimida o triste.
Hay que reconocer que varias de ellas se ajustan muy bien a los sujetos a los que adjetivaría si para ello eligiéramos el mencionado vocablo.
Sin embargo, si miramos en la web de la Ertzaintza, los etarras buscados por ser los más activos durante los últimos meses tienen -salvo el de la derecha que se ajusta más al arquetipo-, una carita de no haber roto un aparcamiento de cuatro plantas en su vida.
Está claro que algo que nadie sabe está cambiando.