Después de brincar de lesión en lesión -supongo que no tardaré mucho en caer en la definitiva- he vuelto a correr.
Tras las lluvias de la primavera, brilla el sol, y las serpientes han iniciado su particular operación bikini. A pesar de que hoy me he cruzado con una que parecía un oleoducto, por lo general suelen estar bastante delgadas, así que ponen todo su interés en tomar el sol. ¿Y cual es el mejor lugar para que los rayos incidan sobre su escamosa piel, evitando que la vegetación proyecte sombra sobre ella? Efectivamente, los caminos.
Así que yo, además de correr, chequear los achaques y respirar, debo ir revisando los veinte metros por venir, adelante y atrás, arriba y abajo. Una rama seca, ¡ojo, una serpiente!; una raíz superficial, ¡coño, una serpiente!; algún resto dominguero, ¡cuidado, una cobra!
Demasiados programas abiertos.
Tras las lluvias de la primavera, brilla el sol, y las serpientes han iniciado su particular operación bikini. A pesar de que hoy me he cruzado con una que parecía un oleoducto, por lo general suelen estar bastante delgadas, así que ponen todo su interés en tomar el sol. ¿Y cual es el mejor lugar para que los rayos incidan sobre su escamosa piel, evitando que la vegetación proyecte sombra sobre ella? Efectivamente, los caminos.
Así que yo, además de correr, chequear los achaques y respirar, debo ir revisando los veinte metros por venir, adelante y atrás, arriba y abajo. Una rama seca, ¡ojo, una serpiente!; una raíz superficial, ¡coño, una serpiente!; algún resto dominguero, ¡cuidado, una cobra!
Demasiados programas abiertos.