Navego de nuevo, voy a la deriva. Como ayer murió Oriana Fallaci, la vanidosa, despótica, prepotente, egocéntrica, insultadora, gran periodista italiana (pongo aquí su artículo “La rabia y el orgullo”, escrito poco después del 11-S), me paro a leer algo sobre ella. Me llama la atención un anuncio en la parte derecha de la página con una estética de cartel publicitaria de aquellos que intentaban levantar la moral durante la Segunda Guerra Mundial: “Conservative T-shirts”.
Entro y, bajo el título “the largest selection of liberal-baiting merchandise on the net”, encuentro de verdad un amplia gama de diseños que han aplicado a las tazas, jarras, gorras, pegatinas, chapas, camisetas para humanos e incluso a las camisetas para perros que ofertan. En algunos encontramos hasta ingenio. Aunque podría ser que los “neocons” simplemente los encargaran y hayan sido profesionales de la creatividad quienes los han ideado, podría ser también –apoya la posibilidad el texto de Fallaci- que algunas personas inteligentes no piensen como yo. Podría ser.
Entro y, bajo el título “the largest selection of liberal-baiting merchandise on the net”, encuentro de verdad un amplia gama de diseños que han aplicado a las tazas, jarras, gorras, pegatinas, chapas, camisetas para humanos e incluso a las camisetas para perros que ofertan. En algunos encontramos hasta ingenio. Aunque podría ser que los “neocons” simplemente los encargaran y hayan sido profesionales de la creatividad quienes los han ideado, podría ser también –apoya la posibilidad el texto de Fallaci- que algunas personas inteligentes no piensen como yo. Podría ser.
