Thursday, November 01, 2007
Ensayando la ceguera
Estaba de vigilia -cómo no-, rezando, como siempre, y me ha venido a la cabeza un libro de Saramago, “Ensayo sobre la ceguera”, en el que se describe un mundo aterrador que surge a partir de una epidemia de ceguera. Todos suponemos negro ese no-ver. En el libro, sin embargo, es blanco. He empezado entonces a probar colores: dejando la mente en blanco y dedicándome sólo a imaginar cegueras. Cuando ya me repetía, he pasado a los cuadros, a las rayas, y más tarde a los estampados. Luego cegueras con publicidad, como coches de fórmula uno. He intentado dejarlo y contar ovejas, pero aparecían con jerséis, como los de Nuevas Generaciones, a los que a partir de ahí he pasado a visualizar. Me he levantado, claro, y el café que me estoy tomando, ya si expectativas de volver a dormir, sabe a jabón. Es por el vaso, creo; el último vaso. ¿Son horas de fregar? Esta manía mía de esperar el nuevo día desde el viejo para ver si tiene algo de tal -de nuevo, quiero decir- va a acabar con mi salud.